El 10 de noviembre de 1821, en La Villa de Los Santos, un grupo de valientes hombres y mujeres levantó su voz para proclamar la independencia del yugo colonial. Aquel grito, nacido del corazón del pueblo, fue el primer paso hacia la libertad que años después daría origen a la República de Panamá.
Esa fecha marcó el inicio de un camino de dignidad y esperanza. Nos recordó que la libertad no se hereda: se conquista con coraje, con unión y con amor profundo por la patria. La historia del Primer Grito de Independencia sigue viva en cada panameño que trabaja por un país más justo, más solidario y más próspero.
En esta conmemoración, la Primera Dama de la República, Maricel Cohen de Molino, acompañó al Presidente de la República, José Raúl Molino, en los actos oficiales realizados en La Villa de Los Santos, donde se honró la memoria de los próceres y se celebró el espíritu indomable que dio inicio a nuestra independencia.
Hoy, Panamá rinde homenaje a sus raíces con orgullo y gratitud, reafirmando el compromiso de cuidar la libertad que aquellos héroes soñaron y que hoy seguimos construyendo juntos, con fe en el futuro y amor por nuestra patria.