El 5 de noviembre de 1903, el pueblo colonense escribió con coraje una de las páginas más decisivas de nuestra historia. Con determinación y amor por la patria, aseguró la independencia recién proclamada y selló para siempre el destino de una nación libre y soberana.
Esa gesta, nacida del valor ciudadano y del compromiso con Panamá, nos recuerda que la unidad y la convicción pueden más que cualquier obstáculo. Gracias a aquellos héroes anónimos, nuestra bandera ondea con orgullo en cada rincón del país, recordándonos que la libertad se defiende con acciones, no solo con palabras.
En conmemoración de esta fecha histórica, la Primera Dama de la República, Maricel Cohen de Mulino, acompañó al Presidente de la República, José Raúl Mulino, y a las autoridades nacionales en los actos patrios realizados en la ciudad de Colón, donde el espíritu de orgullo y gratitud se sintió en cada aplauso, en cada paso y en cada mirada hacia el cielo tricolor.
Hoy, más de un siglo después, Panamá sigue avanzando con la misma fuerza que inspiró a sus próceres: con fe, esperanza y la certeza de que unidos, nada puede detenernos.