Cada 4 de noviembre, Panamá se viste de honor para rendir tributo a sus símbolos patrios —la bandera, el escudo y el himno—, emblemas que nos recuerdan quiénes somos y todo lo que hemos alcanzado como nación libre y soberana.
Cada color, cada nota y cada detalle reflejan la valentía, la esperanza y la fe de un pueblo que no se rinde. Son el eco de nuestra historia y la inspiración que nos impulsa a seguir construyendo un país más unido, solidario y orgulloso de su identidad.
En esta significativa fecha, la Primera Dama de la República acompañó al presidente de la República, José Raúl Mulino, en los tradicionales desfiles patrios, compartiendo con alegría el fervor nacional y el orgullo de ser panameños. Juntos, celebramos la dedicación y el entusiasmo de las delegaciones estudiantiles, cívicas y comunitarias que, con disciplina y amor por la patria, engalanaron nuestras calles con los colores del istmo.
Desde el Despacho de la Primera Dama, reafirmamos nuestro compromiso de trabajar cada día por un Panamá que se sostenga en sus valores, en su gente y en el profundo amor por esta tierra bendita que nos une bajo un mismo cielo y una misma bandera.