En el Hogar San José de Malambo, los niños volvieron a sonreír al entrar a una casa llena de color, amor y esperanza. Cada rincón fue pensado con el corazón, reflejando el compromiso de voluntarios, arquitectas y patrocinadores que creen en una infancia que merece crecer rodeada de belleza, seguridad y dignidad.
Gracias al apoyo de quienes hicieron posible este sueño, entre ellos los patrocinadores de La Primera Gala Iluminando la Infancia, las voluntarias y las arquitectas que donaron su tiempo y talento, además del proyecto Espacios que Abrazan, que sigue dando vida a hogares que inspiran y protegen.
Las arquitectas Sandy Abadi, Sujey Scifo y Aliza Marciano fueron las manos y el alma detrás de la remodelación de esta segunda casa, conocida como la Casa Virgen Poderosa, un espacio que hoy vuelve a abrazar gracias a la unión de muchas personas y empresas comprometidas.
Sigamos iluminando juntos el futuro de nuestros niños.